España sigue en el vagón de cola de la educación, según la Evaluación Internacional de Estudiantes PISA de 2009. Y es que, a pesar de haber realizado grandes esfuerzos para alcanzar los niveles de estados vecinos como Francia o Reino Unido, nuestro país sólo ha conseguido mejorar 20 puntos en comprensión lectora (481 puntos), recuperando el resultado obtenido en 2003. Aún así, este resultado dista mucho del promedio de países de la OCDE (493 puntos) y mucho más de los datos obtenidos por Corea del Sur y Finlandia, con 539 y 536 puntos, respectivamente.
De forma detallada, cerca del 80% de los estudiantes españoles obtuvieron en esta prueba un resultado medio o alto, mientras que un 20% no alcanzó un nivel aceptable de lectura –nivel inferior o igual a 1 de 6 niveles–, un porcentaje similar a los promedios de la OCDE y al que presentan países como Francia o Italia. En este sentido, explica el informe, el factor que lastra los resultados españoles es el rendimiento de los repetidores, que son el 36% de los 25.000 alumnos que realizaron las pruebas en nuestro país. De no ser así, “España estaría por encima de la media de la OCDE”, explicó ayer el secretario de Estado de Educación, Mario Bedera.
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